sábado, 7 de junio de 2014

Con el miedo en el cuerpo.

Primero que nada, disculparme, he estado un par de semanas  sin conectarme al mundo blogueril, el exceso de trabajo, la falta de horas y sin encontrarme bien, este ha sido el motivo de teneros abandonadas, prometo leeros en cuanto mi cuerpo me lo permita y ponerme al día.

Después del subidón y la gran alegría de mi primera beta positiva, quedaba esperar que pasasen los días para que llegara la primera eco. Los días pasaban lentos, hasta que siete días después de la beta positiva, tuve mi primer manchado, cuando lo vi, el mundo se , me cayó a los pies, lo primero que pensé que la cosa no iba bien, esperé a terminar la jornada laboral y al llegar a casa y hablarlo con pareja, decidimos ir a urgencias.
En urgencias me atendió un médico, le expliqué todo mi historial , el médico me dijo que llamaría enseguida al ginecólogo para que me visitase, al cabo de poco rato, vino el médico con un teléfono, me lo pasó para que pudiera hablar con el ginecólogo, otra vez volví a explicar todo mi historial , la respuesta del gine, fue, que estaba de muy poco (5 semanas) y con una eco no se vería nada, que me harían otra beta para ver que valores salía, pero que poco mas podíamos hacer, solo esperar. Así fue la visita del gine, por teléfono. El resultado de la beta me lo dieron al día siguiente, daba un valor alto, según me dijeron podía estar tranquila, pero quién está tranquila sabiendo que esta embarazada de muy poquito y manchando? el manchado duró unos dos días y paró.

Y por fin llegó el día de la primera eco, los nervios a flor de piel, pareja a mi lado , nuestros corazones iban a mil, las piernas me temblaban, nada mas ponerme el aparatejo de la eco, vimos dos saquitos!!!! pero en uno de ellos no había latido, estaba vacío, en el otro se veía un puntito blanquito moverse y luego pudimos oírle el corazoncito. Me quedé un poco en shock, por un lado estaba triste por el saquito que estaba vacío y por el otro estaba emocionada al sentir el corazoncito del embrión, no sé como describir ese momento, nada mas oírlo, empezaron a resbalar lágrimas de felicidad por mis mejillas, me quedé con las ganas de pedirle a la gine que volviera a ponerme el latido del embrioncito, ese sonido a vida me sabía a música celestial.

En esta semana, empecé a sentirme mal, náuseas, arcadas, mal cuerpo, malestares,etc... la gine me recetó el cariban y me quitó una pastilla de meriestra para que me sintiera mejor, pero ni así me encuentro mejor,  voy al trabajo a rastras, solo pienso en llegar a casa y acostarme en el sofá , no tengo nada de hambre, no puedo con la comida.

A los tres días de la primera eco, volví a manchar, esta vez un poco mas que la anterior, esta vez llamé a una clínica cerca de dónde vivo y le expliqué a la enfermera lo que pasaba, en la misma tarde me daba visita. Me atendió un gine muy amable, le expliqué todo mi historial médico, me hizo una eco y allí volvimos a ver a los dos saquitos, uno seguía sin latido y el otro estaba bien, le pedí si podíamos oír su corazoncito y lo volvimos a oír, ojala se pudiera grabar el sonido del corazoncito, no me cansaría de escucharlo una y otra vez. Pero había otra cosa, se había formado un hematoma al lado del saquito, por eso de los sangrados, el médico nos dijo que mucha prudencia, que estaba de muy poquito y que cruzáramos los dedos,

Con el miedo en el cuerpo, cruzando los dedos, estoy contando los días para la próxima eco.